LaLiga 1|2|3
2016/2017
7ª jornada (25/9/16)
SIN GANAS NO GANAS
Lograr, como mínimo, dos puntos de seis a
domicilio en dos partidos consecutivos como visitante era lo mínimo que debía
exigirse Luis Milla y su equipo. Tras el empate en Tarragona ante el colista,
el partido contra el Numancia era visto como la oportunidad para enlazar, por
lo menos, dos partidos puntuando como visitante. Sin el apoyo de la habitual
gran masa de aficionados zaragocistas, que repueblan el estadio de Los
Pajaritos cada vez que el Real Zaragoza visita Soria, debido al malestar
zaragocista con la directiva numantina, Luis Milla introdujo novedades en su
once inicial: Erik Morán ocupó la zona medular junto con Javi Ros y el
incombustible Zapater y Ángel pasó a ocupar la banda izquierda dejando a Juan
Muñoz su posición de nueve.
Sonó el silbato y pronto se vislumbró la
dinámica que tomaría el encuentro y que marcaría el devenir de este. Pese a
contar con dos delanteros sobre el césped, los pupilos de Milla no conseguían
llegar a posiciones ofensivas y los locales manejaban el esférico en campo
rival con bastante comodidad. La idea del conjunto aragonés consistía en robar
y enviar el balón arriba para pillar “en bragas” a la zaga numantina, pero los
locales apenas se encontraban con problemas para recuperar el esférico. Sobró
la primera media hora de la primera mitad. A partir de entonces llegaron las
ocasiones más claras y los goles. Creía el conjunto blanquillo que se iba a ir
a vestuarios por delante en el marcador cuando Juan Muñoz anotó con un disparo desde
dentro del área tras un balón dividido, pero la parsimonia de los visitantes (provocada
bien por la escasa calidad de los jugadores blanquillos bien por la escasa
intensidad de estos) permitió a los locales meterse en el encuentro. Y tanto
que se metieron…
El gol visitante no noqueó a los sorianos, ni
mucho menos. Antes del intermedio, y con regalos del rival (estos pueden salir
caros al conjunto blanquillo a final de temporada), los locales ya habían
devuelto las tablas al marcador. Una pelota botada desde la esquina tenía como
destino el centro del área, pero finalmente sólo resulto ser un lugar de
transbordo para acabar llegando finalmente al fondo de las mallas. El ariete
Manu del Moral se coló entre los frágiles defensas blanquillos, y aprovechó que
Irureta se erigió como espectador de lujo y no salió a por un esférico que se
encontraba en el área pequeña, para empatar el encuentro con un cabezazo fácil desde
una posición privilegiada.
No sólo la acción del gol en contra era lo
que debía corregir el Real Zaragoza durante el descanso. Pese a adelantarse en
el marcador, el conjunto blanquillo estuvo corriendo tras el balón durante la
mayoría del primer acto y, de esta manera, un gol no basta para ganar el
encuentro ya que con una defensa tan frágil, un centro del campo incapaz de
trenzar jugada alguna (Zapater está como un toro pero su calidad no es su mejor
atributo, Erik Morán no da pase hacia delante bueno demostrando que su mejor
posición es estar en el banquillo o en la grada y Ros no está nada bien con el
balón y sin él) y una delantera poco eficaz y que es incapaz de crear peligro
alguno al contrincante (debido a su escasa calidad, entre otros motivos) el gol
rival tardaría mas o menos tiempo pero llegaría.
Tanto por la banda maldefendida por Casado
como por la banda peor defendida por Isaac, así como por el centro. Los locales
podían crear peligro por donde y cuando quisieran por su superioridad en el
centro del campo. En una de tantas, llegó el segundo gol local. Julio Álvarez
se metió al área desde el lado izquierdo (Casado reculó permitiendo al jugador
rival entrar hasta prácticamente el corazón del área) y asistió a la frontal para que Nacho, ante la
atenta mirada pero nula defensa de Erik Moran, fusilara al fondo de las mallas
y adelantará a los sorianos en el marcador.
Ni los jugadores atinaban desde el césped ni
Milla daba con la tecla desde el banquillo (algo difícil cuando ves la
aportación de muchos de sus jugadores). Fran entro por Isaac para dar mayor
recorrido a la banda derecha. Pero de nada iban a servir los desacertados
cambios de Milla. El Numancia jugaba con total comodidad y no dudaba de que los
tres puntos no iban a salir del feudo numantino. Y mas tras la salida al campo
de Barrera por Zapater. Ante este panorama, los jugadores zaragocistas
decidieron intentar crear una nueva estrategia: meter gol sin tocar el
esférico. Obviamente, el experimento de los visitantes fue desastroso y las
consecuencias se verán a largo plazo. Seguían corriendo tras la pelota los
jugadores zaragocistas al igual que corrían los minutos. Con el tiempo
reglamentario consumido y tras los minutos de añadido (podrían haber añadido
otro partido más que aún así no hubiéramos remontado el encuentro) el colegiado
consideró suficiente por hoy (tanto sufrimiento no puede ser bueno para los
zaragocistas) y los tres puntos se quedaron en tierras sorianas.
En la jornada anterior se empató con una mala
imagen y como excusa se puso la ausencia de Erik Morán. Hoy, con la presencia
del mediocampista vasco y su bajo nivel habitual, tendrán que buscar otra justificación.
Otro aspecto preocupante es la fragilidad defensiva que muestra la zaga
aragonesa. Numerosos aspectos negativos a destacar pero, por mirar la botella
medio llena, hay que recordar que quedan muchas jornadas por disputar todavía.
Próxima jornada, y en La Romareda, ante el Córdoba.
Ficha técnica:
-Numancia: Munir, Ripa, Regalón, Iñigo Pérez,
Manu del Moral (Acuña, min. 74), Julio Álvarez, Nacho, Medina, R. de Galarreta
(Escassi, min. 84), M. Mateu (Capilla, min. 86) y Callens.
-Real Zaragoza: Irureta; Isaac (Fran, min. 60),
Marcelo Silva, Cabrera, Casado; Zapater (Alex Barrera, min. 70); Lanzarote,
Morán, Javi Ros, Ángel; y Juan Muñoz.
Goles: 0-1, Juan Muñoz (min. 38); 1-1, Manu
del Moral (min. 45); 2-1, Nacho (min. 54)
Árbitro: Pedro Jesús Pérez Montero, del comité
territorial andaluz. Por parte de los locales amonestó a R. de Galarreta (min.
79). Por parte del Real Zaragoza amonestó a Erik Morán (min. 69), a Marcelo
Silva (min. 76) y a Lanzarote (min. 90).