LaLiga 1|2|3
2016/2017
16ª jornada (26/11/16)
MÁS SOMBRAS QUE LUCES
La fortaleza mental de un equipo se demuestra
levantándose pronto tras las adversidades. Ese era el objetivo de Agné tras
caer derrotados en Getafe: olvidar el resultado con una victoria ante el Reus.
Además, ante el aliento de la afición blanquilla, en feudo aragonés. Escenario
idílico para volver a la senda de la victoria y continuar escalando puestos en
la clasificación. Enfrente, el Reus, uno de los conjuntos revelación de la
campaña. Para poder dar caza al conjunto catalán y alcanzar la zona de
promoción, Agné decidió realizar algún experimento para suplir algunas bajas:
4-4-2 con José Enrique y Cabrera como pareja de centrales, ocupando Casado el
lateral izquierdo; Ros y Zapater en el centro de la medular con Lanzarote y
Cani en los costados; y arriba Ángel acompañado de Juan Muñoz.
Echó a rodar el esférico y la presión del
conjunto visitante impedía a la escuadra aragonesa asentarse en el terreno de
juego. Esto también se veía favorecido por la escasa visión de juego que
atesoran la gran parte de jugadores blanquillos. Así transcurría la primera
mitad, con una zaga local insegura y desprotegida por el carril izquierdo, un centro del campo
incapaz de crear peligro y con un delantero, Ángel, luchador pero sin premio
(sobre el papel jugaban dos delanteros, pero Juan Muñoz continua sin aportar
nada al juego del equipo). Pero, de repente, un despeje desde el lateral del área
del guardameta visitante cayó sobre las botas de Lanzarote. El extremo no se lo
pensó dos veces y chutó. Su disparo se quedó corto y fue despejado por un
defensa, quedando el balón muerto dentro del área. Fue entonces cuando apareció
Ángel para golpear el esférico y enviarlo al fondo de las mallas.
Sin merecerlo, el Real Zaragoza había sido
capaz de adelantarse en el marcador. Tampoco merecía perder, pero irse al
descanso por delante en el marcador podía considerarse como un golpe de suerte.
La valentía de Lanzarote y la rapidez y movilidad de Ángel (igualito que su
compañero atacante…), junto con los errores no forzados del conjunto catalán
permitían a los pupilos de Agné afrontar la segunda mitad con una mínima
ventaja. Quedaba esperar que los errores propios de la zaga local, que haberlos
hubo (y bastantes), no permitieran al Reus meterse en el partido y darles la
oportunidad de llevarse algo positivo de su visita al municipal. Recordando al
fallecido Pastor de Andorra, quedaban varios partituras que cantar antes de
poder disfrutar de la obra final.
Tras el paso por la caseta, en los primeros
lances del segundo acto se vio a un conjunto local que no cambiaba de plan:
esperar para poder coger por sorpresa a los catalanes. Y salían bien los
planes, pero el fallo local estaba al caer y sólo faltaba que este fuera
aprovechado por el rival. Y así fue. Cuando al encuentro le quedaba algo mas de
media hora de vida, los visitantes igualaron el marcador. La ocasión de gol,
como no podía ser de otra manera, llegó por el carril de Casado. El lateral local dejó pasar hasta los fogones
de La Romareda a Álvaro Benito, quien se la sirvió a Folch (libre de marca tras
zafarse de Ros) para que la empujara a placer poniendo, de esta manera, la X en
la quiniela.
Agné veía como su experimento quedaba en agua
de borrajas y trató de remediarlo dando entrada a Edu García por Juan Muñoz.
Con este cambio, básicamente, buscaba tener un hombre más en la zona ofensiva
ya que Juan Muñoz no aporta prácticamente nada. Javi Ros quedaba noqueado sobre
el césped y se vio obligado a dejar el césped siendo sustituido por Barrera. Al
igual que el mediocentro tudelano, el Real Zaragoza se encontraba noqueado tras
el gol rival. Y esto fue aprovechado por los catalanes. Un balón colgado al área
zaragocista fue seguido con la mirada por los mediocentros y zagueros locales.
Este error, otro más, propio de patio de
colegio fue aprovechado por Folk, quien envió el esférico al fondo de las
mallas y puso por delante en el marcador a los suyos.
Pasábamos de una jota a un sainete dramático.
Quedaba patente que Agné debería concluir que los experimentos se hacen con gaseosa.
Por suerte, el drama se suavizó un poco y los zaragocistas pudieron sacar un
punto tras anotar Dongou, quien volvía tras su larga lesión, el gol del empate
después de una serie de rechaces.
La impresión final tras el partido puede no
ser del todo mala después de rescatar un punto sobre la bocina. Pero las
sensaciones mostradas por el equipo hoy, sumadas al tropiezo de Getafe, preocupan
bastante y generan numerosas dudas. Inquieta mucho ver como la única baja de
Marcelo Silva en la retaguardia supone tanto para el equipo. Las pruebas en
defensa resultaron fallidas.
Próxima jornada ante el Cadiz en territorio
gaditano.
Ficha técnica:
-Real Zaragoza: Ratón; Fran, Cabrera, José
Enrique, Casado (Dongou, min.84); Lanzarote, Zapater, Ros (Barrera, min.75), Cani;
Ángel y Juan Muñoz (Edu García, min.65).
-Reus Deportiú: Edgar Badía; Alberto Benito,
Pichu Atienza, Babic, Ángel; López Garai, Folch, Rafa García; Querol
(Chrisantus, min.56), Carbiá (Miramón, min.81) y Jorge Díaz (Ricardo Vaz,
min.69).
Goles: 1-0. min.35. Ángel; 1-1. min.59. Folch;
1-2. min.83. Folch; 2-2. min.88. Dongou.
Árbitro: Gorostegui Fernández-Ortega, del
Comité Vasco. Amonestó a los locales Javi Ros, Cani y Lanzarote, y a los
visitantes Ángel y Chrisantus.