REAL ZARAGOZA – GIMNÁSTIC DE TARRAGONA (JORNADA 27, 26-II-2015)
PITIDOS DE UCI
Ganar para no meternos en mayores problemas. Esa era la única premisa
que Agné había transmitido a sus pupilos antes de recibir al Gimnástic de
Tarragona. El conjunto catalán, en descenso desde inicio de campaña, visitaba el
feudo zaragocista con una derrota en los últimos siete encuentros y buscando
alargar esta buena dinámica de resultados. Sin prácticamente apoyos dentro del
club, el técnico de Mequinenza, Raúl Agné, mantuvo su confianza para la
portería en Saja y ubicó por delante a Fletscher en el lateral izquierdo y a
Fran en el derecho, acompañando a Cabrera y Marcelo Silva como pareja de
centrales. Por delante de la zaga, Ros y Zapater buscaban aportar mayor
estabilidad al equipo, con un Cani más adelantado. Las bandas fueron para
Lanzarote y Xumetra mientras que Ángel se situó como punta de referencia.
Estas eran, sobre el papel, las piezas que debían componer el equipo
para poder conseguir la victoria ante un rival, a priori y mirando la tabla
clasificatoria, inferior. Y no empezó mal el partido para los intereses
zaragocistas. Ángel aprovechó un pase al hueco de Lanzarote para culminar un
contragolpe y batir por bajo al arquero rival. Empezaba bien la cosa.
Poco después de abrir la lata, el ariete canario tuvo en sus botas la
oportunidad de aumentar la ventaja, pero su falta de puntería mostrada durante
anteriores jornadas volvió a hacerse evidente. Mientras tanto, el conjunto
catalán mantenía la posesión del esférico a la espera de que la zaga local
cometiese algún error. Tejera, Madinda, Emana y Juan Delgado. Todos tuvieron su
oportunidad hasta que, tras media hora de encuentro, Juan Delgado devolvió las tablas
al marcador. Emana logró conectar con el ariete chileno ante la flacidez de
Marcelo Silva y nada pudo hacer Saja para evitar el gol rival. Volvía a empezar
de cero el encuentro.
Y, de nuevo, se repitió el guion: el conjunto blanquillo hacia ascos a
la pelota, con un centro del campo desaparecido, una defensa insegura y unos
delanteros sin puntería. Por su parte, el conjunto catalán apenas sufría y pudo
recuperarse del gol recibido con un potente Emana. El intermedio fue la mejor
noticia para una anestesiada, pero siempre fiel, afición blanquilla.
Desde que Ángel anotara el gol y posteriormente enviase a la cepa del
poste su segunda ocaión, el Real Zaragoza había desaparecido del terreno de
juego y el empate del rival fue logrado con merecimiento tras buscarlo. No tuvo
que insistir mucho en su búsqueda el conjunto visitante y lograron con
facilidad marcharse al descanso con tablas en el marcador.
El paso por las casetas no cambió el devenir del encuentro. Sin cambios
por parte de ambos equipos, a excepción del lesionado Molina al finalizar el
primer acto, la dinámica de los segundos cuarenta y cinco minutos parecían un
calco de la primera mitad: los visitantes creaban peligro a poco que merodeaban
el área de Saja ante la complicidad de la retaguardia blanquilla. Arriba, un
solitario Ángel, desaprovechaba las escasas ocasiones dando sentido al dicho
“fallar más que una escopeta de ferias”. Además, Lanzarote y Cani, los
encargados de crear ocasiones, no tuvieron su día (por decirlo de una manera
suave). Y Xumetra, ¿Xumetra?. Ante este percal, y pese a la entrada de Edu
García en el extremo izquierdo, el gol visitante quedaba a expensas del tino de
los jugadores tarraconenses. Y este no tardó mucho en llegar. Fue a la salida
de un saque de esquina y el encargado de enviar el balón al fondo de la red fue
Suzuki, quién cabeceó el esférico al fondo de las mallas dejando en evidencia
el trabajo táctico del equipo aragonés. ¿Para qué sirve la Ciudad Deportiva si
no aporta jugadores al primer equipo, ni sirven los entrenamientos para evitar
este tipo de jugadas de estrategia? Fácil respuesta: para vender promesas
futuras salvando al club de la liquidación inmediata y para llenarse la boca
hablando de ella.
Tras el gol recibido, el equipo pareció ver las orejas al lobo y buscó
algo más la meta rival. Debutó Samaras relegando al banquillo a Lanzarote. Cuando
los locales buscaron el gol con más insistencia, se toparon con la diosa
infortuna. Ángel volvió a mostrar su escasa puntería de cara al gol y envió el
balón al palo tras encontrarse dentro del área sólo ante el portero. Cabrera
con un testarazo pudo también rescatar un punto de la tragedia que se vivía en
La Romareda, pero la pelota fue rechazada por el travesaño. Ya en el tiempo de
prolongación, cuando moría el partido (metáfora de la lenta muerte que sufre el
Real Zaragoza), Fran estuvo cerca de anotar una falta directa, pero el
guardameta visitante despejó la pelota y permitió a su equipo volver de viaje
con tres puntos más bajo el brazo.
El Real Zaragoza se encuentra a las puertas de la
UCI. Tal vez desde hace tiempo, pero ahora el enfermo cada vez tiene menos
constantes vitales. La afición, siempre fiel, debe despertar para que el club
pueda resurgir. Entre tanto, toca ponerse el mono de trabajo y mirar hacia
abajo para no meternos en mayores problemas.
Ficha técnica
R. Zaragoza: Saja;
Fran, Marcelo Silva, Cabrera, Feltscher; Xumetra (Edu García, min.56), Ros, Zapater,
Lanzarote (Samáras, min. 75); Cani y Ángel.
Gimnástic de
Tarragona: Reina, Mossa, Bouzon, Madinda (Barreiro, min. 85), Lobato, Juan
Delgado, Luismi (Molina, min. 44), Suzuki, Tejera, Djetei y Emana (Álex López,
min. 66).
Goles: 1-0 , Ángel
(min. 4), 1-1, Juan Delgado (min. 30), 1-2, Suzuki (min. 75).
Árbitro: Jorge
Figueroa Vázquez, del comité territorial andaluz. Por parte de los visitantes amonestó
a Bouzón (min. 14), Tejera (min. 24), Juan Delgado (min. 78), Djetei (min. 80)
y Madinda (min. 86).
Incidencias: partido
correspondiente a la 27ª jornada de LaLiga 1|2|3 disputado en el estadio municipal
de La Romareda con alrededor de 15.000 espectadores en las gradas.
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Puntuaciones (de 0 a 5)
Saja: 2. No tuvo la
culpa en ninguno de los goles encajados, tras quedar a merced de los errores de
sus compañeros. Da algo más de seguridad que sus antecesores.
Fran: 0. Superado cada vez que atacaba el rival por su banda. Si además
no aporta nada en ataque, no merece otra puntuación.
Marcelo Silva: 1. Partido malo del central. Pese a todo, ha sido lo
menos malo de la zaga aragonesa.
Cabrera: 1. Preocupante
el estado de forma del central. Errores no forzados e inseguridad.
Fletscher: 1. Contagiado por la actuación de sus compañeros, no pudo
frenar el peligro rival por su banda. Lo intentó en ataque.
Xumetra: 0. Desaparecido
durante todo el encuentro.
Ros: 1. Mal partido
del mediocentro. Se fajó más en tareas defensivas que en creación.
Zapater: 1. Mal
partido del ejeano. Impreciso y con errores no forzados aunque sigue siendo
ejemplo de voluntad.
Lanzarote: 0. Sabemos
de su presencia por la ficha técnica y por el pase del gol zaragocista. Nula
aportación tanto en defensa como en ataque.
Cani: 1. Mal
partido del de Torrero, aunque lo intentó más que otros. Da la impresión de que
necesita un descanso para recuperar energía.
Ángel: 1. Pese al
gol, su falta de puntería es más que preocupante. Su lucha por cada balón
también es encomiable, y hoy su mala suerte también.
Edu García: 0. Salió para aportar velocidad en la banda. Fallón.
Samáras: 1. Debut
entre aplausos (no por el rendimiento). Da sensación de peligro y puede aportar
algo distinto al ataque, pero de momento sigue siendo más una quimera que una
realidad.