lunes, 17 de abril de 2017

JORNADA Nº34 (REAL ZARAGOZA - RCD MALLORCA)

REAL ZARAGOZA – RCD MALLORCA        (JORNADA 34, 16-IV-2017)

LÁINEZ Y SU ÁNGEL, NUESTRO ÁNGEL


La llegada de Láinez al banquillo del Real Zaragoza hace unas jornadas adelantó el Domingo de resurrección en la entidad blanquilla. Llegó a un equipo en plena caída libre y, hasta la fecha y tras tres partidos como técnico, ha conseguido revertir esa dinámica que no auguraba un buen futuro para el conjunto aragonés. No auguraba ningún futuro, más bien nos acercaba a la desaparición. Para seguir invicto y lograr tres puntos más que alejaran al equipo de la zona baja de la tabla, el Real Zaragoza recibía en La Romareda al Mallorca, un rival directo por la salvación que jugaba una de sus últimas balas. Láinez no dudó en repetir la alineación que mejor resultado le ha dado (una vez las lesiones y las sanciones se lo han permitido): Ratón bajo los palos; defensa de 4 con Cabrera (LI) e Isaac (LD) en los costados acompañando a los centrales José Enrique y Marcelo Silva; como escudero por delante de la defensa se ubicó, quién sino, el capitán Alberto Zapater; por delante del ejeano se situaron Bedia y Ros junto con Pombo y Lanzarote en los costados; y arriba como punta de referencia el inagotable Ángel.
Antes de iniciar el encuentro, se guardó un minuto de silencio en recuerdo del reciente fallecimiento del exjugador zaragocista Santiago Isasi, centrocampista del club maño desde 1959 hasta 1967 y que logró los tres primeros títulos del club formando parte del legendario equipo de Los Magníficos (Copa de Ferias en 1964 y Copa del Generalísimo en 1964 y 1966).
Con el cronometro en marcha, el conjunto blanquillo siguió con su idea de juego plasmada en anteriores jornadas: si tengo el balón, el rival no me creará peligro. El trivote del centro del campo formado por Zapater (nada nuevo se puede decir del capitán aragonés), Ros (le falta mejorar la forma para llegar a su mejor nivel) y Bedia (sigue sin encontrar su sitio en el campo, aunque no comete graves errores) trataba de elaborar alguna ocasión de peligro y buscaban triangular con los atacantes locales. La primera ocasión clara de peligro llegó de las botas de Lanzarote. Ángel peleó hasta el final un balón en largo obligando al guardameta rival a rifar el balón. El extremo cogió el esférico y, desde lejos del arco, envío una vaselina que rozó el larguero. A partir de aquí se abrió la veda de las ocasiones. Y, aunque siempre existía el peligro de que la zaga local sufriera una pájara que permitiera al rival adelantarse en el marcador, las ocasiones más claras llegaban del bando zaragocista. Y, como no, Ángel aparecía como protagonista en ellas. Ángel escapó hasta el punto de penalti, pero su disparo se topó con el cuerpo del portero. El rechace lo recogió Ros, quien desperdició la oportunidad disparando al muñeco. Pombo, algo más fallón en la entrega del esférico, trató de sorprender con un fuerte chut lejano que se fue desviado. La primera parte entraba en sus últimos diez minutos de vida y dos cosas claras quedaban en la cabeza de los zaragocistas. La primera de ellas es que su capitán, Don Alberto Zapater, es capaz de morir en el campo por su equipo. Esta vez recibió una patada en la cara por parte de un compañero suyo por ir con todo a despejar el peligro (sólo es una muestra más de lo que Zapater aporta a este equipo y lo que Zapater da por este equipo). La segunda cosa clara es que el Real Zaragoza tiene en Ángel uno de los mejores delanteros de la categoría. Sus números no le califican como un delantero goleador pese a que esta campaña atesora su mejor registro goleador. Pero el trabajo, presión, esfuerzo, y una larga lista de etcéteras que Ángel demuestra sobre el césped hace que su presencia en el equipo sea indiscutible. Hoy, volvió a ser el faro que alumbró al equipo con un gol. El ariete logró materializar un saque de esquina botado por Lanzarote con un cabezazo desde el segundo palo que batió al guardameta rival y adelantó al Real Zaragoza en el electrónico alargando su cuenta particular hasta los 18 goles.
Con el tanto de Ángel, quién estuvo cerca de anotar el segundo con un disparo lejano en el descuento que se marchó fuera por poco, el Real Zaragoza pudo irse al descanso con una victoria merecida que debía ser refrendada en el segundo acto.
Pero el paso por la caseta no surtió el efecto deseado en el planteamiento del segundo acto de los blanquillos. El conjunto bermellón se hizo con el esférico y, aunque sin crear excesivo peligro, se hicieron con el control del partido. Láinez trató de cambiar esto dando entrada a Cani en lugar de Bedia. Ángel, con la colaboración de Ros y Lanzarote, pudo aumentar la ventaja, pero se topó con el arquero rival. Con poco más de diez minutos para finalizar el encuentro, y con un rival superior sobre el césped, Láinez buscó meter pulmón al centro del campo para oxigenar al equipo y relevó a Ros por Valentín y Pombo también dejó su puesto para dar entrada a Edu García. Ratón, sin demasiado trabajo durante el resto del partido, sacó una mano salvadora, de las que valen tres puntos, tras un rechace de su compañero José Enrique. Al igual que las tropas aragonesas aguantaron el asedio de los franceses durante la Guerra de la Independencia, el conjunto blanquillo buscaba sobrevivir a las embestidas del rival para lograr la victoria y alejarse de la zona de peligro. Finalmente, y con Zapater en el papel de Agustina de Aragón, el conjunto aragonés logró sellar su portería y pudo sumar tres puntos más que le permite aumentar su renta con el descenso hasta los 7 puntos.
Sólo valía la victoria. Fuera como fuese. Y se logró. Destacar el partido, otro más, de Zapater y de un Ángel que se brega con todos y por todo.
Próxima jornada el día de Aragón (23 de abril) a las 16 horas ante el colista Mirandés en tierras castellanas


En la pasada jornada elegisteis a Pombo (60%) como mejor jugador del encuentro y a Feltscher (53%) como peor jugador del partido.

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