lunes, 8 de mayo de 2017

JORNADA Nº37 (REUS - REAL ZARAGOZA)

REUS – REAL ZARAGOZA  (JORNADA 37, 7-V-2017)


SE ESBAFA EL EFECTO LÁINEZ


Una hora y media. 90 minutos. Esa es la duración, más el tiempo de añadido, de un partido de fútbol. De ese periodo de tiempo, el conjunto dirigido por César Láinez podría darse con un cantico en los dientes si consigue dominar una sexta parte de este y no irse del encuentro. Pese a la pájara que sufren cada jornada los jugadores blanquillos, desde la llegada de Láinez se habían minimizado las terribles consecuencias del bajón físico. Esto era posible gracias, en gran parte, al tino de cara a portería del pichichi Ángel. Hoy tenían enfrente a uno de los conjuntos menos goleados de la categoría, el Reus. A las órdenes de uno de los candidatos a ocupar el banquillo zaragocista la campaña siguiente, Natxo González, el conjunto catalán trataba de rehuir de los puestos de peligro y poder dar caza a su rival. Para volver de tierras vecinas con un resultado positivo, Láinez introdujo la única novedad en el once inicial de Samaras en lugar de Bedia.
El encuentro comenzó (y, por el bien de los zaragocistas, podía haber acabado en ese instante) con ambición por parte de los visitantes. Una combinación en el área rival entre Ángel y Lanzarote terminó con un disparo de Isaac que se topó con un defensor. Y parad de contar. A partir de ese momento el Real Zaragoza deambuló por el césped sin criterio alguno y a expensas del rival. La escasa aportación de Samaras obligaba a los mediocentros Ros y Zapater a hacer la tarea del griego además de la propia. Y Pombo, diferencial otras jornadas, no conseguía alcanzar el nivel de juego mostrado. Este cúmulo de circunstancias propiciaba que el Reus mandará sobre el campo. Sólo un claro disparo de Ros que fue interceptado por la zaga rival y alguna jugada aislada creada por un combativo Ángel impedían que el porcentaje de posesión de la escuadra catalana fuese del 100%. Ratón salvó el primer gol tras una hábil intervención en un disparo a bocajarro. Pero a la siguiente jugada, el equipo volvió a las andadas. Querol, autor de cuatro de los seis goles en el desastre de Palamós, volvió a mojar frente al conjunto aragonés. El esférico partió desde la banda fatalmente defendida por Isaac. Ratón y Marcelo Silva no se entienden y permiten que el balón llegue hasta el lateral del área chica. Ahí, Maior asiste al palo contrario, donde Querol remata al fondo de las mallas ante la desesperada entrada de Cabrera.
Ni aposta se puede defender peor. Eso es lo que, probablemente, pasó por la mente de cualquier zaragocista que viera la jugada del tanto. Y ya no sólo esa jugada, sino el partido del conjunto aragonés. Pero si en tareas defensivas no se estaba cumpliendo, en labores ofensivas no se daban señales de vida (a diferencia de otros partidos). Ni Pombo, ni Samaras, ni Lanzarote aparecían por el campo. Con este percal se llegaba al intermedio. Láinez debía de cambiar cosas para tratar de evitar que se repitiera el espectáculo visto durante el primer acto.
Y el perjudicado por el mal partido del equipo fue Pombo. Si bien es cierto que el canterano no estaba realizando un buen encuentro, la aportación de Samaras se resumía en los paseos que se daba desubicado. Cani fue quien relevó a Pombo y el de Torrero se posicionó por el centro.  Pero hoy no era el día de los blanquillos. Y ni la calidad ni el físico ayudaban en la causa. Lanzarote, de quien supimos su presencia en el encuentro al leer la ficha técnica del encuentro (desaparecido el extremo durante toda la contienda), dejó su puesto a Xumetra. Pero de nada sirvió la vuelta del extremo a los terrenos de juego tras su lesión. De hecho, estaba mucho más cerca el segundo gol de los catalanes que el empate de los visitantes. Vitor, a la altura del punto de penalti y completamente sólo, pudo sentenciar el encuentro, pero su disparo se fue desviado. En la recta final del partido, Edu García sustituyó a Javi Ros, pero de nada serviría acumular jugadores arriba. Los tres puntos iban a quedarse en feudo catalán y el partido se podía resumir en una de las últimas acciones del encuentro: fruto de los nervios, la impotencia y la desesperación, Cani fue expulsado por protestar tras una entrada sobre el aragonés. Fue un partido en que no salió nada, en el que todo salió del revés, y que terminó con una merecida victoria de los locales.
Sólo es un mal partido más de los muchos que lleva el Real Zaragoza durante la temporada. Lo normal de una plantilla tan mediocre. Hoy, además, se ha juntado el hambre con las ganas de comer (mal en defensa, sin centro del campo y con la pólvora mojada arriba). Se supone que con dos victorias más el Real Zaragoza aseguraría su presencia la próxima campaña en Segunda División (a lo que hemos llegado…). Cuanto antes se consigan, mucho mejor para evitar posibles agobios futuros.
Primera ocasión para conseguir los tres primeros puntos, el próximo viernes en La Romareda frente al Cádiz



En la pasada jornada elegisteis a Ángel como mejor jugador del encuentro (60%) y a Casado como el peor jugador del encuentro (70%).

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